Retratos de la historia mediante la literatura



Para reflexionar un poco con este análisis, comparación y contraste entre dos novelas de la literatura puertorriqueñas: La charca de Manuel Zeno y  Río sin cause de Enrique A. Laguerre

Tratamientos temáticos:                                                                                                        
La charca, desde su mismo título, significa estancamiento acuoso, depósito de miasmas, hervidero de putrefacción. A lo largo de su conflictividad, en acción continuada, implacable, se va “aumentando con venenosos sedimentos la inmensa charca de la podredumbre social”. (Ficha biblioteca Cervantes)                                                                                                                                                   
Desde el aspecto social, La charca menciona los vicios de la colonia y los problemas consecuentes de las situación colonial, subrayando la condición de los trabajadores, la mujer como objeto de abuso, abandono y olvido social, la falta de higiene en la infancia y la población en general; el alcoholismo; y por otro lado la inestabilidad de los mercados para los productos agrícolas amen de los vaivenes de la agricultura frente a florecimientos de los negocios ilegales. (prefacio de la obra, Vivian Auffant Vazquez, Ph.D.)       
En el capítulo IV se presentan tres antecedentes significativos. Primero, narra retrospectivamente la historia del tramposo Andújar y el establecimiento de su tienda, la cual será posteriormente el famoso “negocio” de la tercera novela de Zeno Gandía. Se menciona, además, que Silvina sufre accesos de delirios, lo cual anticipa su muerte provocada por un ataque epiléptico. Finalmente, incluye una escena donde Ciro obliga a Marcelo a beber y éste accede afirmando “que cayera la responsabilidad sobre quien tuviera la culpa”. (p. 73).  Por otro lado, se presenta el frustrado intento de Ciro de seducir a Silvina en el bosque y continúa hilando la trama que conduce al asesinato de Deblás al presentar a Marcelo como testigo involuntario de la conversación secreta en que Gaspar y Deblás planean el asalto a la tienda de Andújar.  
Así mismo, Cauce sin río es una novela subtitulada: Diario de mi generación. Escrita en el 1962 y es el testimonio de la  época vivida por Enrique A. Laguerre.  Posee un enfoque nacional y marca la realidad histórico-social puertorriqueña. Desde su mismo título significa la lucha porque el agua corra en la isla o el resurgimiento del pueblo, el retorno a los valores telúricos y la afirmación del ser puertoriqueño.  Desde el aspecto social Cauce sin río abarca los temas del nacionalismo, el redescubrimiento de los valores humanos, la inseguridad del pueblo puertorriqueño, el amor a la patria, la nostalgia por vivir lejos de ella y la inconformidad del mundo en que le ha tocado vivir.  Esta novela engloba el ambiente total de su país y el nacimiento de la clase media como resultado de la rápida industrialización.  Estos temas son presentados en el Capítulo IV al presentar a Víctor en una introspección de su vida y la crítica de vivir en “Green Plains”.  A su esposa que está con él por interés y María Dolores representa la nostalgia de vivir lejos de Puerto Rico.                                                    
          Se observa claramente como en ambas novelas los autores presentan su inconformidad respecto a la realidad social del puertorriqueño. Zeno Gandía nos muestra a un jíbaro estancado y Laguerre a un puertorriqueño frustrado con una vida vacía.  La Charca fue publicada en el 1894, varios años antes que Cauce sin río así que viéndolo desde este punto de vista se podría decir que Laguerre nos presenta las consecuencias de un pueblo que se quedó estancado. En La Charca, el río constituye una figura simbólica.  Ese ser viviente al cual se compara el río es el mismo pueblo puertorriqueño, que en el momento de la novela es una colonia española y en cuyo futuro se esconden un sinnúmero de interrogantes. El río es testigo de la tragedia humana que se da en sus riberas. En su humanización, el río compadece a la víctima, y llora.  Laguerre en cierta forma contesta esas interrogantes presentando ahora a Puerto Rico sin un río que lo rescate. Cauce sin río es el título de la obra y se compara con la vida de Víctor (el protagonista) que aunque pertenecía a la clase media alta del país no le encontraba el sentido a su existencia.  Poco a poco se percata de que en la vida no es simple poseer lujosos objetos y materiales.  Y se redescubre y es como si se llenara el cauce del río. A través de ambos capítulos los autores imponen sus ideales de que puede existir un Puerto Rico mejor.  Sin embargo,  la solución está en las manos de los mismos puertorriqueños.

Caracterización de los personajes:                                                                                                   En La Charca, Zeno Gandía utiliza a sus personanes como “meras encarnaciones simbólicas que responden a determinados planteamientos idelógicos del autor”.  (Literatura Puertorriqueña, Josefina De Alvarez).
Personaje
Caracterización directa
Caracterización indirecta
Andújar
No se ofrecen datos
Comerciante ladrón. Símbolo de la persona inescrupulosa que se supera robando a los demás.
Deblás
No se ofrecen datos
Símbolo de la malicia y el crimen. Malagradecido prófugo de la justicia, un asesino y un ladrón.
Ciro
Tiene 30 años
Símbolo del hombre luchador, perseverante. Muere asesinado.
Gaspar
Tiene 50 años
Antagonista de Silvina. Machista abusivo con las mujeres. Criminal que asesina.
Marcelo
Tiene 25 años
Símbolo del campesino bueno de la época. Indeciso y débil. Comete asesinato.
Marta
Busca la basura
Símbolo de la codicia, la avaricia, y del materialismo. A su causa muere su nieto.
Aurelia
Mujer viuda
Símbolo de las consecuencias del a mezquindad.
Las Flacas
Tres hermanas
Representan la juventud de la colonia, desnutrición.
Silvina
Tiene 15 años
Símbolo de la mujer que se prostituye a causa de las circunstancias de la vida.

Capítulo IV de Cauce sin río:
Personajes
Caracterización directa
Caracterización indirecta
María Dolores
Escritora

Víctor
Abogado dedicado a las bienes raíces
Busca su razón de ser.
Marina
Esposa de Víctor, era bailarina de un cabaret
Representa la falsa de un matrimonio.
Tío Monchi
No se ofrecen datos.
Es recordado por María Dolores y Víctor.
Justito
Encargado del sistema educativo de Puerto Rico.
Símbolo de la conducta enlabiosa y artificial de los funcionarios públicos.
Tía Mala
Crió a Justito.
Es recordada por María Dolores y Víctor.


Descripciones paisajistas:                                                                                                            
    En el capítulo IV de La Charca específicamente se presentan vicios y decadencia social de forma descriptiva. Según Benito Varela Jácome, Manuel Zeno Gandía describe en su novela un infradesarrollo cultural.  En este caso, partiendo del capítulo IV, podemos tomar el texto expuesto en la página 70 y 71 donde se describe la tienda de Andújar como ejemplo de esta postura.  Con frecuencia el paisaje natural ejerce un marcado contraste con las acciones de los personajes. En otras ocasiones se observa la existencia de una simbiosis afectiva entre el paisaje y los acontecimientos. En el momento en que Ciro intenta seducir a Silvina entre las hojas del platanal, un rayo de sol, se cuela risueñamente, “como festejando aquellas nupcias selváticas” (p.70).     El Capítulo IV de Cauce sin rio, se desarrolla en un biblioteca.  El autor por medio de lo recuerdos de Víctor y María Dolores recrea paisajes de la infancia de ambos personajes.  Se describe el paisaje según se ve o se recuerda:  el patio cercado por muros, había unos quenepos y un pozo con brocal. (pág. 54).  Describe al campo y sus costumbres, el campo se describe con ternura y melancolía.  “Nos metíamos en los patios a admirar los geranios, las azaleas, los lirios…”(pág 63).                                                                                                                            
         En ambas novelas se percibe cierta añoranza y frustración de sueños y/o anhelos debido a la situación particular de cada personaje. Los autores influenciados por el naturalismo, se valen de la naturaleza para hacer metáforas y/o símil para mostrarnos el drama que vivían o viven sus personajes.

Figuraciones  expresivas:                                                                                                              En La Charca, el autor nos expone la angustia contemporánea del destino del hombre, pero más bien en relación con el destino de todo un pueblo que ha enfermado por su condición de colonia.  En sus páginas se refleja miseria, el dolor y las  confusiones de nuestro pueblo por los tiempos cuando se dieron a la estampa.  Aspira el literato con tonos tétricos y sombríos el cuadro completo de la “prieta vida insular” –según las palabras de Pedreira-.  En el caso de Laguerre, se observa en el mismo la intención de ahondar en la naturaleza anímica de los personajes, tendencia que señala la ensayista Concha Méndez como uno de los rasgos de mayor resalte de éste.

Riqueza  lingüística                                                                                                                          En su selección lexical, Zeno Gandía recurre con frecuencia a una terminología especial, precedente de los campos de la Medicina y las Ciencias Naturales. Basta citar algunos ejemplos: “ovígeros”, “ungulada”, “astringente”, “nervio electrizado”, “neurosis”, “cloralia”, “comensalismo”, entre otras. El proceso del análisis de las manchas de sangre de la ropa de Ciro es el pretexto para ensartar nuevos términos científicos como “hematina”, “peróxidos de hidrogeno”, “protóxido de hierro” entre otros. (Introducción a La Charca, Benito Varela Jácome) Josefina Rivera de Álvarez nos narra en su libro Literatura Puertorriqueña, su proceso en el tiempo, Manuel Zeno Gandía en La Charca, “…a pesar del conocimiento directo que tenía éste del habla particular de las masas campesinas del país, no llega su realismo a recoger los rasgos peculiares de aquella expresión, poniendo por igual en labios de todos los personajes, rústicos y de la cuidad, un lenguaje de corrección común apenas indiferenciado entre unos y otros. Ello no impide el efectivo planteamiento y pintura, con logros de vigor dramático contundente, en una prosa ágil, expresiva, suelta, plástica, de la tremenda problemática social que da impulso a la novela.                                                                                                                                      
 Enrique Laguerre recurre al diálogo coloquial entre dos amigos.  Su  riqueza lingüística consiste  en el uso palabras cotidianas enfrascadas en una sociedad moderna.  El idioma según es hablado en aquella época por dos personajes cultos, pero que dialogan de forma familiar; sin formalismos.  Aunque el autor utiliza constantemente figuras estilísticas: símil, metáforas.
Ambos autores coinciden en la forma en que escriben ya que ambos lo hacen en prosa, usan como medio la novela. Sin embargo al desarrollarse ambas novelas en escenarios distintos; La charca en el campo y Cauce sin río en la ciudad, apelan a vocablos distintos.
REALISMO, NATURALISMO Y POSITIVISMO DE LOS AUTORES
Zeno en el capítulo IV de La Charca (y a través de la novela) habla de la denuncia de injusticias recogidas en las historias de diversas gentes; entre ellas la historia de Silvina, presentada por la voz narrativa, que contrasta con la presencia de un paisaje/naturaleza que contempla el dolor humano.  Por otro lado, Laguerre en el Capítulo IV refleja influencia de realismo a través de María Dolores (analiza de forma rigurosa y exacta la vida de Víctor)  A través de los personajes denuncia el aspecto negativo para despertar la conciencia colectiva.  Ejemplo: la vida superficial de Mariana, la hipocresía en el estilo de vida de Víctor y enfatiza en el temperamento, el carácter y la conducta de María Dolores.  Ofrece una visión analítica del estado material y moral del país en los tiempos actuales, enjuiciando el panorama existencial en el conjunto de su acontecer como crónica de vida "más allá de su historia visible", en cuyo curso proyecta el novelista la veneración de nuestro pasado y el deseo ferviente de mantener vivas nuestras raíces, los rasgos de nuestra identidad nacional y humana. Para ello investiga todas las circunstancias en que se desarrolla la vida de los personajes y su herencia biológica.  En cuanto al naturalismo se refiere, ambos autores pretenden interpretar la vida mediante la descripción del entorno.                                    
Desde una perspectiva positivista, en La Charca, Zeno Gandía denuncia los factores negativos;  adopta el método experimental del estudio del medio, de las leyes de la herencia, del atavismo étnico. Las ideas darwinistas de la lucha  por la supervivencia se mezclan con “la acción selectiva de la especie”. (Benito Varela Jácome, Introducción a La Charca).  Arlyn Sánchez de Silva coincide con este autor al ampliarnos: “La influencia de Darwin es más evidente aun cuando Juan del Salto explica la evolución degenerativa de la raza puertorriqueña: la raza caucásica que viene a la colonia en la época de la conquista; su difícil adaptación al clima cálido, las mezclas raciales entre los españoles y los aborígenes…  El producto es un individuo inferior a sus padres.  Olga Casanova Sánchez en su libro: (Zeno) “Culpa los factores de herencia, de miseria y de hambre como la razón fundamental de los males. Describe la miseria física y moral de los campesinos para darla a conocer a fin de que se tomen medidas.






Referencias:
Mabín, M.  Panorama de la literatura puertorriqueña.  (1958).  Nueva York: Editorial              
        Las Américas Publishing.

Beauchamp. J.  (1977).  Imagen del puertorriqueño en la novela.  Puerto Rico: Editorial                  universitaria.

Casanova, O.  (1975).  La crítica social en la obra novelística de Enrique A. Laguerre.  Río       Piedras:  Editorial Cultural.

Laguerre, E.  (1978).  Cauce sin río.  Río Piedras: Editorial Cultural.

Rivera, J.  (1983). Literatura puertorriqueña: su proceso en el tiempo.  La Habana:           
      Ediciones Partenón.

Varela, J.  Introducción a La Charca de Manuel Zeno Gandía.  (2000).  Alicante: Biblioteca 
      Virtual Miguel de Cervantes.

Zeno, G. (1894).  Obras completas: La charca y El negocio Tomo I.  (1973).  Puerto Rico: 
      Instituto de Cultura Puertorriqueño.







Comments

Post a Comment

Popular posts from this blog

El primero de mayo en Puerto Rico

¿Qué es arraigo cultural?